Idrís, el de los cien dinares
(Cien piezas de oro por un poema de al-Šabbīnī)
,,Frecuentaba a los reyes en al-Andalus, como frecuentan las copas los bebedores, y se amoldaba a sus gustos como la lluvia a las tiernas ramas. Y siempre que componía una qasīda, no echaba el telón ni le daba el carpetazo antes de cobrar por ella cien dinares de oro. En uno de sus viajes a la corte de al-Mu‘tadid Ibn ‘Abbad [rey de Sevilla], éste, a pesar de sus conocidos rudos modales y de su enorme mal genio, le rogó amablemente que lo loase en una qasīda, semejante a su muy famosa qasīda en sīn con la que había ensalzado a los Hammudíes [reyes de Málaga]. Idrīs le contestó:
Espero que se entienda mi insinuación: son tan preciadas las hijas de mi inspiración que, quien quiera a una de estas vírgenes desposar, ya sabe la dote que tiene que otorgar... ,,
(trad. ©J. Barral)
,,Frecuentaba a los reyes en al-Andalus, como frecuentan las copas los bebedores, y se amoldaba a sus gustos como la lluvia a las tiernas ramas. Y siempre que componía una qasīda, no echaba el telón ni le daba el carpetazo antes de cobrar por ella cien dinares de oro. En uno de sus viajes a la corte de al-Mu‘tadid Ibn ‘Abbad [rey de Sevilla], éste, a pesar de sus conocidos rudos modales y de su enorme mal genio, le rogó amablemente que lo loase en una qasīda, semejante a su muy famosa qasīda en sīn con la que había ensalzado a los Hammudíes [reyes de Málaga]. Idrīs le contestó:
Espero que se entienda mi insinuación: son tan preciadas las hijas de mi inspiración que, quien quiera a una de estas vírgenes desposar, ya sabe la dote que tiene que otorgar... ,,
(trad. ©J. Barral)
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