El actual escudo del Consell de las Pitiusas es heráldicamente imposible
Daniel Escandell Serra (diciembre 1980)
in memoriam
[post nº 116]
Escudo oficial del Consell Insular
Realmentee, y en lo que: a heráldica se refiere, bien podemos afirmar que en Ibiza no somos. demasiado afortunados.
Aparte del último escudo de la primitiva Universidad, y que al desaparecer ésta, a principios del Siglo XVIlI, hizo suyo el primer y por entonces único Ayuntamiento. Escudo que en forma herádica perfecta e inteligente, tiene como motivo principal el castillo de las siete torres. Forma de castillo que posiblemente es único en la heráldica mundial y que muy bien podría pasar a la historia de la misma, con el nombre de "castillo heráldico ibicenco".
Aparte de este escudo, dejando los de los respectivos ayuntamientos isleños, que creemos bien conseguidos, nos referimos a los que por su carácter son generales de la totalidad de las Pitiusas, y éstos dejan bastante que desear en orden a su rectitud y corrección heráldica.
Sin lugar, a dudas nuestro escudo principal es el que.en forma monuental timbra el Portal dclas Tablas. Escudo de los Austrias y del Imperio en el que no se ponía el Sol, y por tan to el escudo más importante de toda la heráldica curopea.
Más, he aquí, y tal como una expertísima personalidad en el campo de la heráldica me hizo ver; hace de ello algunos años y eso después de siglos de haber pasado desapercibido, el singular detalle, en que los leones del llamado, "cantón diestro, del jefe" miran a la siniestra. Cuando lo correcto es que miren hacia la diestra del escudo. [nota manuscrita del autor: "Se trataba de Don Javier CALICÓ uno de los más expertos mundiales en heráldica y numismática. Consultor y asesor de varios estados, universida…"].
Esto que aparentemente fue equivocación del maestro que esculpió tal monumental escudo, en heráldica tiene un sentido mucho más grave, pues viene a indicar que tal escudo está "infamado ".
Bien podemos imaginar la reacción del todopoderoso rey Felipe II si llega a enterarse que. el nobilísimo escudo de los Austrias había sido infamado en Ibiza. A buen seguro que se presenta aquí con una escuadra, y menudo auto de Fe el que habría organizado.
Y precisamente se da la circunstancia de que el último de los escudos de Ibiza, el del actual Consell Insular, aparte de las posibles razones históricas que lo avalan, es heráldicamente imposible.
Y en este aspecto bien podemos decir que la pifiamos todos. Empezando por el que esto escribe, que en un intento de salvar para la posterioridad y la historia el "castillo heráldico ibicenco" tal vez único en el mundo, presentó un escudo en que figuraba tal castillo y como fondo, los palos de la Corona de Aragón.
El castillo seleccionado fue el formado por tres torres. Caslillo que en heráldica es el castillo común, y por tanto el más representado. Pues no solo es el emblema de Castilla,' sino de multi tud de ciudades, así como, de incontables villas, villorrios, y lugares.
Mas éste no es el caso, ya que tal escudo de tres torres figura en la Ibiza del siglo XVI, en que posteriormente fue sustituido por el original castillo ibicenco.
El caso es que la Heráldica tiene sus leyes, y por cierto muy muy rigurosas, tanto, que hace unos siglos tenían categoría de casi religión. Y precisamente unas de estas leyes, las. más importanttes, y conocidas como “leyes de oro de la heráldica", dicen lo siguiente:
1ª. Nunca se pondrá metal sohre metal.
2ª. Nunca se pondrá color sobre color.
A poco que se observe el escudo de nucstro Consell, se verá que tal como aparece es hcráldicamen imposible, pues si el castillo es de metal (oro, plata) no puede estar sobre el campo de oro.
Igualmente si el castillo aparece de color natural, o en alguno de los llamados esmaltes o colores heráldicos, no puede ir sobre el fondo de los palos de gules (rojo) del fondo.
Para evitar tales entuertos la heráldica ideó los cuarteles, particiones, figuras, etc.
Por tanto, el actual escudo del Consell tendrá que ser revisado. Tal como hace algún tiempo, un señor entendido en heráldica me decía: "Que ningún heraldista podría aceptar como válido tal escudo".
Tal vez podría servir como decoración de una revista o folleto de propaganda, pero nunca como escudo heráldico de una entidad histórica.
Y por último solo nos queda entonar el "mea culpa". Y decir que todos la pifiamos, empezando por el que esto escribe. Los que propusieron tal escudo. La Comisión de expertos nombrados ex profeso por el Consell, que atendiendo a posibles razones históricas se olvidaron de las verdaderas razones heráldicas.Y a naturalrncnte el Consell al aceptarlo.
Más, como dice el viejo adagio: "Corregir es de sabios". Lo que viene a decirnos que es mejor corregirnos a nosotros mismos, que no sean los demás los que vengan a corregirnos.
O como dicen las gentes del campo: "Es mejor desasnarse uno mismo que no que le tengan que desasnar los demás".
No me consta otra reacción a las precisiones de Daniel Escandell que la de Mariano Planells, en su Tanit y las niñas de purpurina (Ibiza 1981, p. 23), donde sin embargo se refiere a 'la bandera de Ibiza', que Escandell no trató públicamente, ya que su nota de 1991 que publico a continuación en el siguiente post, quedó inédita, según creo
Daniel Escandell Serra (diciembre 1980)
in memoriam
[post nº 116]
Escudo oficial del Consell Insular
Realmentee, y en lo que: a heráldica se refiere, bien podemos afirmar que en Ibiza no somos. demasiado afortunados.
Aparte del último escudo de la primitiva Universidad, y que al desaparecer ésta, a principios del Siglo XVIlI, hizo suyo el primer y por entonces único Ayuntamiento. Escudo que en forma herádica perfecta e inteligente, tiene como motivo principal el castillo de las siete torres. Forma de castillo que posiblemente es único en la heráldica mundial y que muy bien podría pasar a la historia de la misma, con el nombre de "castillo heráldico ibicenco".
Aparte de este escudo, dejando los de los respectivos ayuntamientos isleños, que creemos bien conseguidos, nos referimos a los que por su carácter son generales de la totalidad de las Pitiusas, y éstos dejan bastante que desear en orden a su rectitud y corrección heráldica.
Sin lugar, a dudas nuestro escudo principal es el que.en forma monuental timbra el Portal dclas Tablas. Escudo de los Austrias y del Imperio en el que no se ponía el Sol, y por tan to el escudo más importante de toda la heráldica curopea.
Más, he aquí, y tal como una expertísima personalidad en el campo de la heráldica me hizo ver; hace de ello algunos años y eso después de siglos de haber pasado desapercibido, el singular detalle, en que los leones del llamado, "cantón diestro, del jefe" miran a la siniestra. Cuando lo correcto es que miren hacia la diestra del escudo. [nota manuscrita del autor: "Se trataba de Don Javier CALICÓ uno de los más expertos mundiales en heráldica y numismática. Consultor y asesor de varios estados, universida…"].
Esto que aparentemente fue equivocación del maestro que esculpió tal monumental escudo, en heráldica tiene un sentido mucho más grave, pues viene a indicar que tal escudo está "infamado ".
Bien podemos imaginar la reacción del todopoderoso rey Felipe II si llega a enterarse que. el nobilísimo escudo de los Austrias había sido infamado en Ibiza. A buen seguro que se presenta aquí con una escuadra, y menudo auto de Fe el que habría organizado.
Y precisamente se da la circunstancia de que el último de los escudos de Ibiza, el del actual Consell Insular, aparte de las posibles razones históricas que lo avalan, es heráldicamente imposible.
Y en este aspecto bien podemos decir que la pifiamos todos. Empezando por el que esto escribe, que en un intento de salvar para la posterioridad y la historia el "castillo heráldico ibicenco" tal vez único en el mundo, presentó un escudo en que figuraba tal castillo y como fondo, los palos de la Corona de Aragón.
El castillo seleccionado fue el formado por tres torres. Caslillo que en heráldica es el castillo común, y por tanto el más representado. Pues no solo es el emblema de Castilla,' sino de multi tud de ciudades, así como, de incontables villas, villorrios, y lugares.
Mas éste no es el caso, ya que tal escudo de tres torres figura en la Ibiza del siglo XVI, en que posteriormente fue sustituido por el original castillo ibicenco.
El caso es que la Heráldica tiene sus leyes, y por cierto muy muy rigurosas, tanto, que hace unos siglos tenían categoría de casi religión. Y precisamente unas de estas leyes, las. más importanttes, y conocidas como “leyes de oro de la heráldica", dicen lo siguiente:
1ª. Nunca se pondrá metal sohre metal.
2ª. Nunca se pondrá color sobre color.
A poco que se observe el escudo de nucstro Consell, se verá que tal como aparece es hcráldicamen imposible, pues si el castillo es de metal (oro, plata) no puede estar sobre el campo de oro.
Igualmente si el castillo aparece de color natural, o en alguno de los llamados esmaltes o colores heráldicos, no puede ir sobre el fondo de los palos de gules (rojo) del fondo.
Para evitar tales entuertos la heráldica ideó los cuarteles, particiones, figuras, etc.
Por tanto, el actual escudo del Consell tendrá que ser revisado. Tal como hace algún tiempo, un señor entendido en heráldica me decía: "Que ningún heraldista podría aceptar como válido tal escudo".
Tal vez podría servir como decoración de una revista o folleto de propaganda, pero nunca como escudo heráldico de una entidad histórica.
Y por último solo nos queda entonar el "mea culpa". Y decir que todos la pifiamos, empezando por el que esto escribe. Los que propusieron tal escudo. La Comisión de expertos nombrados ex profeso por el Consell, que atendiendo a posibles razones históricas se olvidaron de las verdaderas razones heráldicas.Y a naturalrncnte el Consell al aceptarlo.
Más, como dice el viejo adagio: "Corregir es de sabios". Lo que viene a decirnos que es mejor corregirnos a nosotros mismos, que no sean los demás los que vengan a corregirnos.
O como dicen las gentes del campo: "Es mejor desasnarse uno mismo que no que le tengan que desasnar los demás".
No me consta otra reacción a las precisiones de Daniel Escandell que la de Mariano Planells, en su Tanit y las niñas de purpurina (Ibiza 1981, p. 23), donde sin embargo se refiere a 'la bandera de Ibiza', que Escandell no trató públicamente, ya que su nota de 1991 que publico a continuación en el siguiente post, quedó inédita, según creo
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