El sarcasmo de Idrís
literatura árabe ibicenca
[post nº 255]
Nuestro afamado poeta árabe ibicenco Idrīs ben al-Yamānī, conocido como al-Šabbīnī, valoraba su estro en monedas de oro (de cien hablan las fuentes). Era ácido y mucho con quienes no lo aprecian. En prueba de lo dicho, el ejemplo que sigue.
Un mecenas le pide que le ofrezca sus versos, y él le dice sarcástico:
Tus dones son cual sesos de la cabeza de un macho de avestruz,
mientras que tu cerebro es de cola de zorro.
Y tu suerte con cualquier tipo de felices ideas: oscura
tal mazmorra cual fue la de al-Numayrī por causa de Zaynab
(manuscrito de Oxford traducido por © J. Barral)
Era parco en sus dádivas el mecenas de turno y además se las daba de tener un buen verbo. Idrís, al contraataque, le indica que si pequeña es la cabeza del imponente macho del inmenso avestruz, más pequeños aún son los sesos en ella. Buena comparación con el pago raquítico que se olía el buen vate.
Vacío de mollera y sin ideas propias, colorista eso sí
En cuanto a inspiración es fofa sin sustancia la de aquel que demanda. Idrís al rematar lo dice claramente: tal cual cola de zorro, volumen nada más, oscuridad y sombra...
Aviso a navegantes
Ya desde el post primero en este blog sabíamos del acerado verso del ibicenco Idrís, implacable poeta en sus metáforas.
literatura árabe ibicenca
[post nº 255]
Nuestro afamado poeta árabe ibicenco Idrīs ben al-Yamānī, conocido como al-Šabbīnī, valoraba su estro en monedas de oro (de cien hablan las fuentes). Era ácido y mucho con quienes no lo aprecian. En prueba de lo dicho, el ejemplo que sigue.
Un mecenas le pide que le ofrezca sus versos, y él le dice sarcástico:
Tus dones son cual sesos de la cabeza de un macho de avestruz,
mientras que tu cerebro es de cola de zorro.
Y tu suerte con cualquier tipo de felices ideas: oscura
tal mazmorra cual fue la de al-Numayrī por causa de Zaynab
(manuscrito de Oxford traducido por © J. Barral)
Era parco en sus dádivas el mecenas de turno y además se las daba de tener un buen verbo. Idrís, al contraataque, le indica que si pequeña es la cabeza del imponente macho del inmenso avestruz, más pequeños aún son los sesos en ella. Buena comparación con el pago raquítico que se olía el buen vate.
Vacío de mollera y sin ideas propias, colorista eso sí
En cuanto a inspiración es fofa sin sustancia la de aquel que demanda. Idrís al rematar lo dice claramente: tal cual cola de zorro, volumen nada más, oscuridad y sombra...
Aviso a navegantes
Ya desde el post primero en este blog sabíamos del acerado verso del ibicenco Idrís, implacable poeta en sus metáforas.
1 Comments:
Hoy Idrís cantaría a esa media luna que tintinea en el cielo ibicenco, y algún que otro amor platónico...
Un blogoabrazo.
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